22 mayo 2006

Eduardo Gonzalez Viaña: comenta sobre la Poesía de Raúl Heraud

Raúl Heraud es un poeta metido en la tormenta. Su obra no nos trae la paz del extasis místico o estético, sino la dolorosa confrontación crítica con el lenguaje y con el mundo. "...ser Humano es extraño, antisocial, psicópata, vendedor de sueños, presidente de alguna asociación, seudoanarquista, neumólogo..." , proclama el autor que todo el tiempo está presenciando "...su corazón y su viva muerte".

Raúl Heraud ha entendido con plenitud el valor de olvidar, y eso le confiere una sabiduría que debiera ser la que adquiera cuando cumpla el doble de los años que ahora tiene porque como él mismo dice "...uno olvida lo que ha sido a medida que transcurren los años..." "...uno no vuelve a ser el mismo y camina solo con la vergüenza bajo el brazo".

¿Qué es exactamente lo que hace Raúl?, mi juicio no es precisamente el de un crítico, sino el de un pertinaz creador de ficciones que puede tener la desvergüenza de afirmar que el suyo es un juicio ajeno a cualquier otro fundamento que no sea su propio gusto. Suelo leer poesía todo el tiempo pero no la entiendo ni me interesa entenderla, me basta con sentirla o presentirla de la misma forma que un observador se extasía ante los colores de un cuadro impresionista. Soy un lector que en vez de buscar frases o pensamientos completos, anda extasiado en la noche esperando un relámpago, y esto es precisamente lo que he encontrado en "Hecho de Barro" y "Respuesta para tres o cuatro". Raúl Heraud no deja de pensar en la muerte y ansía morir bajo los antíguos naranjos de su calle y encuentra la vida como algo excesiva y sabe que no es posible seguir viviendo entre fantasmas, y proclama que "...la muerte nace de la vida misma" , y todo esto porque lo que intenta hacer es poesía, es decir, vivir a plenitud los desmedidos poderes de la palabra y su extraña naturaleza como expresión y explicación del universo.

El mayor problema de hacer poesía es que a diferencia de lo que nos ocurre a los autores de ficciones, el único protagonista de su obra es el propio poeta. Bien sabe por lo tanto Raúl, cuya profesión es la de Psicólogo, cuánto cuesta explorar la vida y los senderos de uno mismo, y cuánto más fácil es echarse a inventar el destino de las multitudes. En mérito de todo esto, entiendo los libros de Raúl Heraud como una ardiente exploración que comienza y termina en el mismo punto, y que no transcurre en el tiempo porque desdeña "...la violencia con que transcurren los segundos, la inclemencia de las horas, la ingratitud del ser, el insípido rostro de los años, el dolor de ser..." la propia vida.

Raúl Heraud expresa una tenaz búsqueda de la palabra exacta que no ha de culminar en su segundo libro ni en su segunda vida.

Eduardo González Viaña
Catedrático y Literato peruano (radicado en Salem, Oregon, EU), ha obtenido innumerables reconocimientos por sus obras, como el Premio Latino de Literatura 2001 y el Premio Internacional de Cuento 'Juan Rulfo', el galardón para relato corto más importante de nuestra lengua. Su obra Los sueños de América (Alfaguara, 2000 y 2001), ha estado entre los primeros lugares de libros en español en los Estados Unidos.
http://www.edicionesdelsur.com/articulo_108.htm
Agosto 2002
Lima - Perú